El proyecto del edificio se llevó a cabo en 1904 pero no fue hasta 1906 cuando se colocó la primera piedra
La antigua muralla de Manresa, construida entre los siglos X y XIV, fue uno de los rasgos más distintivos del paisaje manresano medieval y moderno. Su perímetro final, que se completó durante la década de 1380, dibuja los límites de la Manresa del “siglo de oro” y el actual centro histórico de la ciudad.
De esta imponente muralla se conservan diferentes tramos que a día de hoy se pueden visitar: la torre de Sobrerroca, la plaza de Europa, la muralla del Carme y también el sector de la vía de Sant Ignasi conocido como “el mur d’en Jaffa” (el muro de Jaffa).