El Camino Ignaciano, impulsado por la Compañía de Jesús, recorre el peregrinaje que hizo San Ignacio de Loyola el año 1522, desde su tierra natal en Azpeitia, hasta Manresa, donde estuvo durante 11 meses. Este camino, y la posterior estancia en Manresa fueron un proceso capital en la vida del santo, ya que representa su transformación espiritual: de una vida dedicada a las armas y la vida acomodada a una vida de contemplación y ayuda a los más necesitados.
El Camino Ignaciano se divide en 27 etapas que atraviesan 5 comunidades autónomas (Euskadi, La Rioja, Navarra, Aragón y Catalunya). En los últimos años, el camino se está convirtiendo en un sólido producto turístico estatal y local, a través del que se pone en valor el patrimonio, gastronomía y riqueza natural de los diferentes municipios por donde transcurre.