El arco de la calle d’en Botí es un doble arco ligeramente apuntado que sostiene una bóveda de seis metros de longitud. Situado en la base de un edificio residencial de origen medieval, donde también puede admirarse una austera ventana geminada, ofrece acceso a la calle d’en Botí desde la calle de Sant Miquel.
Este arco es uno de los pocos ejemplos, junto con la calle del Balç, del urbanismo original de Manresa (de estilo gótico/tradicional del siglo XV). Este paso enlazaba dos de las calles anulares que rodeaban el Puigmercadal y que conectaban las puertas de las murallas del Carme y de Sant Domènec.
Actualmente, muchos de los edificios de la zona pertenecen a la segunda mitad del siglo XIX y han sustituido a los originales medievales y modernos. Una parte importante del contexto es el pavimento de piedras planas escuadradas, característico hasta hace poco de las calles más antiguas de Manresa.
Destacan los arcos que sostienen parte del edificio sobre la calle d’en Botí y la ventana doble del primer piso, con una esbelta columna lisa que soporta dos arcos de medio punto, cada uno tallado en una sola pieza de piedra. Aunque el edificio estuvo enlucido, el paramento sobre los arcos y el del primer piso es bastante regular, especialmente las dovelas del arco.